La imputación por malversación y falso testimonio que el juez Peinado dirige contra el ministro Félix Bolaños se tambalea al contrastarla con la doctrina consolidada del Tribunal Supremo. En casos análogos, el alto tribunal ha dejado claro que no puede hablarse de falso testimonio sin juicio oral ni de malversación sin perjuicio económico real acreditado


