Aunque fallase en indumentaria y protocolo, uno de los momentos más exultantes de Donald Trump como presidente de Estados Unidos fue su visita oficial a Gran Bretaña en junio de 2019. Durante un banquete de gala en Buckingham Palace resulta muy difícil sustraerse y no apreciar el peso de la historia y, sobre todo, el prestigio y consideración que todavía hoy en día retiene la
monarquía británica
en contraste con el descrédito que sufren la mayoría de instituciones políticas en las democracias occidentales.
monarquía británica
en contraste con el descrédito que sufren la mayoría de instituciones políticas en las democracias occidentales.
Ante la oportunidad de catar las esencias del vínculo atlántico y la relación especial angloamericana, Trump se comportó más bien como un privilegiado turista. Pudo sentarse incluso en el sillón favorito de
Churchill
en la residencia de… Ver Más