El dilema de si deben celebrarse las elecciones presidenciales y del Congreso tiene en franco apuro a los principales partidos políticos que pudieran salir gananciosos en esos comicios, en tanto que la Junta Central Electoral (JCE) sigue adelante con su calendario.
Que los comicios del 17 de mayo sean suspendidos ha sido una propuesta mencionada en los últimos días, aunque ninguno de los partidos principales, el Revolucionario Moderno (PRM), de la Liberación Dominicana (PLD) y la Fuerza del Pueblo (FP), la han asumido con firmeza.
Aunque los partidos o sus candidatos presidenciales lo propongan, la JCE daría la última palabra, aunque se anticipa que de ocurrir un agravamiento de la situación derivada de la pandemia, el organismo tendrá el único camino de posponerlas.
El calendario de la JCE ya casi se desprende de los alrededor de 600,000 dominicanos que votarían en el extranjero toda vez que Estados Unidos, donde reside la mayoría, ya dispuso que no permitiría el voto presencial por la epidemia del coronavirus.
Para la JCE es vital que las elecciones pudieran celebrarse en el tiempo fijado por la Constitución aunque ello beneficie o perjudique a alguno de los tres partidos principales. El organismo no tiene la culpa de la irrupción de la pandemia que ha trastornado al mundo.
Ya la situación le venía difícil a la JCE cuando tuvo que suspender las primeras elecciones municipales. Esas elecciones fueron celebradas sin mayores dificultades hasta que un trastorno en el sistema de votación electrónica impuso su posposición.