La ministra del Interior, Priti Patel, aseveró que las escenas de violencia de los últimos días son «espantosas» y que «los oficiales tienen todo mi apoyo para combatir la criminalidad y hacer cumplir la ley», mientras que Scotland Yard hizo público un comunicado en el que explica que sus oficiales están poniendo en marcha una «operación policial mejorada» en toda la capital. El comandante Bas Javid detalló que se ha pedido equipo de protección personal adicional y que más agentes estarán en la calle para «asegurarnos de que haya una respuesta efectiva y rápida» a cualquier situación como la de los últimos días. Javid añadió que «nuestro papel es mantener a nuestras comunidades seguras» así que «la gente verá una mayor presencia policial en las áreas donde sabemos que estos eventos están ocurriendo».
Estos no son casos aislados. Un testigo declaró a la BBC que «durante las últimas noches ha habido reuniones en la calle donde se ha producido comportamiento antisocial, alcohol, drogas y una gran cantidad de violencia». Y la policía informó de que hay muchas fiestas convocadas a la lo largo y ancho de Londres, aunque algunas han sido dispersadas pacíficamente.
El miércoles, entre 20 y 30 policías resultaron heridos después de que cientos de personas los atacaran tras intentar dispersar a los asistentes de una fiesta ilegal en plena calle en la zona de Brixton, al suroeste de la capital británica.
Un miembro de alto rango de la policía citado por el diario The Times, advirtió que Reino Unido se enfrenta a «un verano de desorden» ya que «la frustración por el confinamiento y el impacto de la pandemia, el aumento del desempleo y el clima cálido, se combinan para alimentar el malestar», lo que constituye una «tormenta perfecta».