El ´síndrome´ de Joan Guzmán causó pérdidas millonarias y fin de carrera

Hace 12 años el más ex­celso de los campeones mundiales dominicanos se casaría con la historia bus­cando su tercer cetro mun­dial en igual número de di­visiones.

Para esa noche en el Beau Rivage Theatre en Biloxi, Mississippi, la en­trada económica costaba $39.95, más cerca al en­cordado pagaría $69.95, un poco más $89.95 y ya en ring side, $299.95 dó­lares para ver a Joan Guz­mán exponiendo su pres­tigio de invicto y exdoble campeón mundial ante el rey unificado por la AMB, OMB y FIB, Nate Cam­pbell arriesgando sus tres correas de peso ligero.

Parecía un día de gloria para República Dominica­na con un favorito a ganar su tercer título mundial; mas el 13 de septiembre de 2008 se convirtió en  una fecha de juicio luego que Guzmán se presentara a la balanza con un peso de 138.5, tres libras y medio por encima de la categoría, en un último intento el do­minicano escupía sangre y terminó con un desmayó su diligencia.

Pérdidas millonarias

El gran show del sábado 13 de septiembre de 2008 en­tre Nate Campbell (32-5-1, 25 KOs) y Joan Guzmán (28-0, 17 KOs) se convirtió en el gran fiasco que dejó en apuros económicos a Don King y sus socios en el fraca­so de Mississippi.

En el país hubo una tris­teza colectiva, pero sobre todo grandes pérdidas eco­nómicas también ya que la pelea estelar Guzmán-Cam­pbell seria transmitida en vi­vo tras el Gobierno, a través de la entonces secretaría de Deportes, adquirir los de­rechos exclusivos, quedan­do el pueblo sentado ante la pantalla a la espera desde la 8:30 de la noche en RNN, canal 27, y Telecentro, canal 13, los cuales transmitirían las incidencias.

Campbell en quiebra

El plantón de Guzmán oca­sionó que el monarca nor­teamericano Campbell per­diera US$500 mil. El nativo de Jacksonville tuvo que declararse en bancarrota. Campbell ganaría US$300 mil si la pelea se disputaba y otros US$200 mil que el promotor Don King debía pagarle por cada combate bajo su contrato.

Rompe con King

El fisco norteamericano envió a Campbell factu­ras de impuestos corres­pondientes a esos ingresos programados y el púgil apeló al capítulo siete de la ley de bancarrota.

La cuenta bancaria en la que Campbell recibía sus pagos fue cancelada y sus relaciones laborales con King se rompieron. El peliador, para entonces de 36 años, tiene una nue­va esposa, seis hijos y una nieta.

Demanda a Joan

Guzmán, quien también fue multado por no hacer el peso, seria demandado por los organizadores, pe­ro luego desistieron por los esfuerzos infructuosos a que se sometió para mar­car el peso de 135 libras, terminando hospitalizado con una severa deshidra­tación.

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