Biden presenta su plan de lucha contra el Covid, con aumento del suministro de vacunas

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha presentado este jueves su plan para abordar la pandemia del Covid-19 en la nación norteamericana, subrayando que «la ayuda está en camino».

En su primer día completo en la Presidencia estadounidense, Biden también ha firmado otra batería de órdenes ejecutivas vinculadas a la lucha contra la pandemia, una de sus prioridades que marca distancia con la estrategia adoptada por su predecesor, Donald Trump, para enfrentarse al Covid-19.

Según ha explicado en rueda de prensa, su estrategia se ha creado para contrarrestar el «fracaso» de la Administración Trump y actuar con «la urgencia, el enfoque y la coordinación» que Estados Unidos «necesita». «Nos llevará meses cambiar las cosas», ha reconocido, antes de asegurar que, no obstante, el país «saldrá de esto». «Derrotaremos esta pandemia. Y para una nación que espera acción (…) la ayuda está en camino», ha agregado.

Aumento de suministros
Entre las medidas adoptadas por Biden, avanzadas durante su campaña electoral, destacan el aumento de los suministros para vacunación, pruebas y equipos de protección personal o el impulso al desarrollo de terapias para tratar el Covid-19, según ha informado la cadena de televisión CNN.

También ha firmado una orden ejecutiva destinada a mejorar la recopilación, producción, intercambio y análisis de datos sobre el virus en Estados Unidos y ha pedido a la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA, por sus siglas en inglés) que publique una guía clara sobre el Covid-19 y decida si establecer estándares temporales de emergencia, entre otras cosas. Asimismo, ha firmado órdenes ejecutivas para mantener a los trabajadores seguros de la pandemia, ampliar el acceso a los cuidados y tratamientos contra el virus y para promover que los viajes hacia Estados Unidos sean seguros.

Además, otra de las órdenes impulsada por Biden explicita que Estados Unidos exigirá a las personas que viajen al país una prueba negativa del Covi-19 «reciente» y guardar cuarentena a partir del 26 de enero, una medida que no existía hasta el momento. «Todos los que vuelen a los Estados Unidos desde otro país deberán hacerse la prueba antes de subir a ese avión, antes de partir, y ponerse en cuarentena cuando lleguen a Estados Unidos», ha detallado Biden, aunque de momento no se conoce el periodo exacto de la cuarentena, los medios estadounidenses apuntan a que será de dos semanas.

Más detalladamente, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han comunicado que la prueba negativa deberá tener una validez de tres días o, en su defecto, un certificado que demuestre que el pasajero se ha recuperado del Covid-19.

Restaurar la «confianza pública»
Según ha defendido Biden, otro de los objetivos «prioritarios» de la estrategia de su Administración contra la pandemia es restaurar la «confianza pública» de la ciudadanía estadounidense.

«Sobre todo, nuestro plan es restaurar la confianza pública. Nos aseguraremos de que científicos y expertos en salud pública os hablen directamente», ha indicado, antes de señalar que los estadounidenses escucharán «mucho más» por parte del epidemiólogo de la Casa Blanca, Anthony Fauci, «no por parte del presidente sino de verdaderos expertos y científicos».

Biden ya firmó una batería de decretos el miércoles, cuando tomó posesión del cargo de presidente de Estados Unidos, que también figuraban entre sus prioridades y tienen vocación de revertir varias de las acciones de Trump. En este sentido, ordenó la reincoporación de la nación nortemericana a la Organización Mundial de la Salud (OMS) e hizo obligatorio el uso de mascarilla en edificios de propiedad estatal.

«Las cosas seguirán empeorando antes de mejorar», ha lamentado Biden, subrayando que el número de fallecidos por la COVID-19 en Estados Unidos, el país má golpeado por la pandemia del mundo, «probablemente superará los 500.000». Hasta el momento, las autoridades sanitarias estadounidenses han contabilizado más de 24,5 millones de personas contagiadas, incluidas más de 408.000 víctimas mortales.